Conocida desde la antigüedad y asociada a dioses y maestros espirituales, la ortiga ha trascendido las leyendas para convertirse en un aliado de nuestra salud. Sus beneficios son múltiples: mejora la circulación sanguínea, alivia las molestias articulares y favorece la depuración hepática.
La ortiga verde (Urtica dioica) es una planta herbácea perenne que ha sido valorada desde tiempos ancestrales por sus propiedades medicinales. Su composición rica en vitaminas (A, B, C, D y K), minerales (potasio, magnesio, zinc, fósforo, hierro), flavonoides y taninos la convierte en un remedio natural muy apreciado.
La ortiga verde se ha utilizado tradicionalmente para tratar una amplia variedad de dolencias, desde problemas digestivos hasta afecciones cutáneas. En la actualidad, la investigación científica ha confirmado muchos de sus beneficios y la ha posicionado como un suplemento nutricional y fitoterapéutico de gran valor como depurativo natural que ayuda a eliminar toxinas del organismo, favoreciendo la salud hepática y renal.
Gracias a su contenido en vitaminas y minerales, la ortiga fortalece los vasos sanguíneos y mejora la circulación, contribuyendo a prevenir enfermedades cardiovasculares. Sus compuestos bioactivos ejercen una acción antiinflamatoria que alivia el dolor y la inflamación asociados a diversas afecciones, como la artritis y el reumatismo.
La forma más común de consumir la ortiga es en tisana. Para prepararla, se recomienda hervir 3 cucharadas de ortiga seca en 3/4 litros de agua durante 10 minutos reposar 5 minutos, filtrar y repartir durante el dia. También se puede encontrar en forma de cápsulas, tinturas y extractos.
Aunque la ortiga es un remedio generalmente seguro, es importante consultar a un profesional antes de consumirla, especialmente si se está embarazada, lactando, se tienen condiciones médicas preexistentes o se están tomando otros medicamentos.
1. R. Ferre
Añadir comentario
Comentarios